Aromaterapia con difusores, la mezcla infalible

Seguro que no te paras a pensar habitualmente en lo mágico que es respirar, ¿verdad? Es un proceso tan natural y automático que pocas veces le prestamos atención. Sin embargo, eso no significa que debas privar a tu organismo de una experiencia saludable y enriquecedora. Es un hecho que a todos nos encanta sentir una sensación olfativa agradable nada más entrar por la puerta de cualquier sitio. Gracias al uso de la aromaterapia y los difusores es posible, y hoy te vamos a descubrir sus beneficios. ¡El olor del bienestar!

¿En qué consiste un difusor aromático?

Si eres todo un experto de la aromaterapia, sabrás que un difusor se trata de un pequeño y sencillo dispositivo cuya función es vaporizar aceites esenciales a partir de vibraciones de partículas. El fin último es dispensar el aroma de estos por toda la estancia en la que lo ubiques.

Básicamente podemos encontrar dos tipos de difusores, los que requieren de agua para dispersar las partículas y los que no. Eso sí, nunca has de confundir estos aparatos con los humidificadores, pues estos están destinados a regular la humedad de los ambientes. El difusor, por su parte, dispersa millones de micro partículas para que el organismo absorba los aceites esenciales empleados y sus beneficios.

El uso de la aromaterapia junto a un difusor

Como es de esperar, los aceites esenciales causan un efecto sobre el sistema respiratorio y el sentido del olfato, pasando rápidamente de los pulmones al torrente sanguíneo. Es desde ahí donde se transportan a los órganos individuales o partes del cuerpo.

Los activos de los aceites esenciales son transportados al cerebro a través del sentido del olfato. Una vez ahí, se encargarán de estimular las regiones responsables de sentimientos y sensaciones. No olvides emplear el agua suficiente para que el difusor funcione correctamente, además de controlar la temperatura, pues a partir de los 40º C se pierden los beneficios de los aceites.

Lugares recomendados para colocar el difusor

Entrada de la casa. Es el lugar ideal para colocarlo si quieres abastecerte de sus beneficios nada más entrar por la puerta de casa. El único inconveniente que podríamos destacar de esta ubicación es un uso excesivo.

Zonas altas. No cabe duda, son las mejores zonas para dejar los difusores, pues permitirán que el olor se difumine poco a poco y de manera sutil.

Habitaciones determinadas. Si solamente quieres aprovechar los efectos de la aromaterapia mientras te encuentras en una habitación, colócala en esta. Un ejemplo recurrente es el cuarto de baño.

El sistema olfativo es el que más efecto causa sobre nuestra capacidad de recordar experiencias vividas. Y, tal y como imaginamos, querrás que la experiencia en tu hogar sea agradable y saludable. ¡Instala uno o varios difusores y abastécete de los beneficios de la aromaterapia!